CLAVE N90001

MEMORIAS DE LOS FESTEJOS CONMEMORATIVOS DEL 20 ANIVERSARIO DEL CIPES.

FEBRERO DE 1990

IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN PECUARIA.

Ing. Eduardo Salcedo Martínez.

La cría y engorda de ganado de carne se lleva a cabo prácticamente en todo el mundo y los métodos usados son tan variados como los recursos mismos y la gente que los utiliza.

Los requerimientos de cambio y adecuación de los sistemas de producción son cada día mayores por la demanda creciente de alimentos y las exigencias de la economía por una mayor eficiencia.

Las estrategias que se diseñan señalan deficiencias tecnológicas que solo pueden ser eliminadas mediante la investigación. En los países desarrollados el aumento en el valor de la tierra y la escasez de mano de obra presionan por una creciente intensificación de los métodos de producción.

En nuestro estado, el reto sigue siendo la conservación y el mejor uso de los recursos naturales. Sin embargo, el aumento de los costos de producción clama por sistemas que permitan una mayor eficiencia. Esto señala la necesidad de intensificar ciertos campos específicos de la producción de carne como el crecimiento y engorda, o bien durante ciertos períodos críticos del ciclo productivo pero sin llegar al confinamiento total.

Los países desarrollados han aportado y continúan haciéndolo, todo un cúmulo de conocimientos derivados de la investigación animal. Esto hace pensar a muchos que la posibilidad de importar tecnología hace innecesaria la investigación criolla. Si bien es cierto que algunos conocimientos pueden adecuarse a nuestros métodos y condiciones de producción, no se puede generalizar por las fuertes restricciones para la adopción de la tecnología que se produce en otros lugares.

Los sistemas de producción son determinados por factores sumamente variables de un lugar a otro, como el clima, mercados, nivel de desarrollo económico y disponibilidad de tierra. Las condiciones políticas, seguridad en la tenencia de la tierra, medidas protectoras, control de precios y en general el apoyo a la comercialización son factores que ejercen una gran influencia en el curso de la producción y justifican plenamente el que contemos con nuestra propia tecnología.

No obstante, la justificación final para la existencia de la investigación criolla será siempre la aceptación y la explotación comercial de los resultados por parte de los ganaderos. En el logro de esta premisa es deseable estrechar aun mas los vínculos entre los ganaderos y el Centro de Investigaciones Pecuarias, asi como el establecimiento de mecanismos que permitan una mayor participación de los productores en la determinación de los programas de investigación, señalando los requerimientos mas urgentes y prevenir hasta donde resulte posible la factibilidad de la aplicación práctica de los resultados.

Para este fin, se deberán tomar en cuenta los niveles actuales de organización, conocimientos técnicos e infraestructura. También, se deberán tomar en cuenta las tendencias en la producción de carne, mas que las condiciones del momento.

La cría de ganado productor de carne en Sonora no es otra cosa que la actividad predominante en el aprovechamiento de la vegetación nativa que cubre mas del 80% del territorio estatal y que conocemos comúnmente como agostadero. Son factores importantes la habilidad característica del productor y la del hato reproductor como herramienta para la transformación de los rebrotes anuales en producto animal comercializable. En principio, ganaderos y técnicos coinciden en señalar dos principales deficiencias del agostadero: I.- Su escasa capacidad de mantenimiento, y II.- La baja calidad de forraje disponible.

La baja capacidad de mantenimiento del pastizal nativo queda de manifiesto porque en promedio se requieren de 20 hectáreas para el mantenimiento de una vaca con su cría. El equivalente con zacate buffel es de 2.5 hectáreas y en praderas irrigadas la quinta parte de una hectárea, mientras en la Huasteca Tamaulipeca se requiere solo de una hectárea de zacate introducido bajo temporal (Fig. 1).

La baja capacidad de mantenimiento eleva los costos de producción por la mayor inversión en la tierra, en la infraestructura necesaria y en la operación. Tal situación señala la necesidad de dar prioridad a un programa de investigación con el objeto de elevar la capacidad de mantenimiento de los agostaderos. Dicho programa, con estudios específicos sobre la evaluación de especies introducidas bajo temporal de mayor producción que las nativas y sobre los métodos mas recomendables para el establecimiento, manejo y utilización de las especies que destaquen. El zacate buffel constituye un buen ejemplo de como se puede modificar la capacidad de mantenimiento mediante apoyos del temporal, ya que son superficies equivalentes al 10% del pastizal nativo se duplica la capacidad de mantenimiento, se obtienen ventajas de mantener el hato en un área reducida durante la lactancia, período crítico en el que esta comprendida la época de monta y que por la misma razón se mejora sustancialmente el comportamiento reproductivo y, finalmente se abate considerablemente el costo de la infraestructura por lo reducido del área de la pradera de buffel donde se requiere de instalaciones y equipo (Fig. 2). Existen muchas deficiencias en materia de investigación sobre este campo; específicamente, es urgente contar con sistemas de pastoreo que aseguren la conservación y el aprovechamiento adecuado de praderas de buffel ya existentes.

Es necesario seguir probando otras especies, sobre todo en aquellas áreas no aptas para el zacate buffel pero, sobre todo, es necesario dar mayor atención al pastoreo nativo con la búsqueda de las prácticas mas adecuadas para su conservación, mejoramiento y utilización.

Las deficiencias cualitativas se ponen de manifiesto cuando, por lo corto del período de verde, ni el agostadero ni los pastos producidos bajo temporal son capaces de mantener un crecimiento rápido y sostenido de los becerros después que son destetados. Por tal razón, se prolonga la época de crecimiento de las vaquillas, aumentando la carga animal en perjuicio del número de vacas; las vaquillas se cargan de dos o mas años de edad por lo que se reduce el número de becerros en su vida productiva; esto señala la necesidad de otra prioridad en materia de investigación; el programa de forrajes irrigados en apoyo del agostadero. La posibilidad de producir vaquillas en praderas irrigadas propicia las siguientes ventajas: (Cuadro 1).

1.- Se puede elevar el número de vacas en un 25%.

2.- Se produce un becerro mas en la vida productiva de las vacas.

3.- Se facilita el reemplazo de vacas vacías por vaquillas cargadas.

Por otro lado, las praderas irrigadas constituyen una alternativa importante para el aprovechamiento de terrenos donde los costos de mantenimiento y reposición de la maquinaria agrícola impiden su explotación rentable, situación grave que puede tornarse crítica en el caso de una devaluación brusca de la moneda.

Gracias al Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora, el ganadero cuenta con información sobre praderas irrigadas, de verano, de invierno y producción continua. Es necesario mantener una constante búsqueda de especies que ofrezcan mayores ventajas asi como de los métodos mas adecuados para su establecimiento, manejo y utilización.

En el negocio de la cría, las utilidades dependen en gran medida del número de vacas que se cargan y son aun mayores cuando la preñez ocurre al principio de la temporada de monta. Cuando desechamos a las vacas que producen becerros livianos o utilizamos toros que producen becerros pesados al destete, estamos provocando un constante aumento en la producción de leche de las vacas del hato reproductor. (Cuadro 2 y 3).

La escasez de forraje es característica de nuestro agostadero, pero, además, el período de partos coincide con la temporada de menor existencia de forraje. Como consecuencia de esta situación, los requerimientos y el costo de suplementos resultan muy elevados, sobre todo para las vacas que producen mas leche. El suplemento no se da o resulta insuficiente, como frecuentemente ocurre, se obtiene un menor número de vacas cargadas y la preñez ocurre tarde dentro del período de monta.

CUADRO 1

VENTAJAS DE CRECER REEMPLAZOS EN PRADERAS IRRIGADAS

COMPONENTESHATO A*HATO BC.M. **
Vacas9669 
Toros44 
Vaquillas sobre año2010
Vaquillas 2-3 años2015
 10010025

* Crecimiento de reemplazos en praderas irrigadas. ** Capacidad de mantenimiento en unidades animal

1.- Aumentan las vacas en un 25%

2.- Se obtiene un becerro mas en la vida productiva de la vaca

3.- Se facilita el reemplazo de vacas vacías por vaquillas cargadas.

CUADRO 2

HATO DE 100 VACAS

500,000/VACA

NUMERO DE CRIASCOSTO DEL BECERRO
501’000,000
70700,000
90550,000

CUADRO 3

EFECTO DE LA EDAD EN EL PESO AL DESTETE

MES DE NACIMIENTO (KG)PESO AL DESTETEVALOR 4000/KG

(MILES DE PESOS)

1180720
2159636
3138552
4117568

Existen numerosas observaciones de los productores en el sentido de que las vacas con producción de leche igual o por debajo del promedio se cargan pronto después del parto porque no pierden condición y ni peso en forma excesiva, como ocurre con las de mayor producción de leche. La posibilidad de compensar el efecto de la menor producción de la vaca con la mayor edad del becerro es real, si se toma en cuenta que cada mes de edad en el becerro representa 21 kg adicionales de peso al destete; por lo tanto, el becerro que nace mas temprano, requerirá de menor cantidad de leche de la madre por su mayor edad al destete, y puede igualar o incluso superar en peso a becerros hijos de vacas muy productoras que llegan al destete de menor edad. El punto de mayor interés económico sería el de obtener un mayor número de vacas cargadas, ya que el mayor peso de las crías al desahije sería un problema mas fácil de solucionar que el del comportamiento reproductivo.

Estas observaciones señalan la importancia de establecer un programa tendiente a conocer el potencial de nuestro agostadero a partir de vacas con distintos niveles de producción de leche, y el objetivo final sería obtener la información que nos permita implementar los futuros programas de selección para convertir a nuestro ganado en una herramienta cada vez mas eficiente en el aprovechamiento del agostadero.

No hay duda de que en Sonora existe un gran potencial para la investigación pecuaria. Los ganaderos, no obstante, su apego al tradicionalismo, están conscientes de que para mantener la tradición de la ganadería como modo de vida sería necesario modernizar los métodos de explotación del agostadero. El ganadero sonorense ha demostrado que llegado el momento es capaz, no solo de mantener la tradición que le fue heredada, sino también de establecer nuevas costumbres para heredarlas a su vez. Esta capacidad de respuesta del ganadero queda plenamente comprobada durante el período de 1970 a 1980 cuando por efecto de la industria engordadora, las praderas irrigadas y facilidades para la exportación de becerros los agostaderos pudieron ser desalojados de animales jóvenes.

Como resultado, los inventarios de vacas crecieron y los métodos de producción evolucionaron hacia la explotación del agostadero con hatos donde la proporción de vacas crece y se reduce la de novillos (Fig. 3). Estos demuestran también que los resultados de la investigación no solo deben ser adoptados por los productores sino también por las dependencias oficiales relacionadas con la ganadería, cuyos programas de fomento y normatividad deben estar basados en los resultados y requerimientos de la investigación para que constituyan estímulo y no trabas al desarrollo de la ganadería. Los programas oficiales muestran una exagerada preocupación por los aspectos sanitarios. No hay duda de que si alguna plaga o enfermedad constituye un problema capaz de trastornar la ganadería de una determinada región, debe dársele prioridad, pero esto no es común ni mucho menos generalizable, ya que la enfermedad mas grave en nuestra región es el hambre.

El papel de la investigación se torna aun mas importante, cuando contribuye a determinar las prioridades y estas son atendidas con oportunidad no solo por los productores sino también por las Dependencias de Gobierno.