CLAVE N93004

MEMORIA. “I CURSO SOBRE ESTABLECIMIENTO, MANEJO DE FORRAJES BAJO RIEGO”.

SEPTIEMBRE 2 DE 1993.

ALIMENTACIÓN DEL GANADO EN PRADERAS IRRIGADAS

Dr. Rogelio Gómez Alarcón.

INTRODUCCIÓN

La alimentación del ganado, como en otras especies, está orientada a obtener mas producción animal definida. El producto puede ser tanto leche como carne en sus distintas modalidades. Al tener una meta de producción definida queda implícito el ganado a explotar y las necesidades nutricionales de las mismas. Una vez que las necesidades nutricionales han quedado establecidas se organizan los recursos alimenticios para que se satisfagan los requerimientos nutritivos de los animales.

Al alimentar ganado en praderas cultivadas es importante conocer las variaciones en la disponibilidad de nutrientes. La disponibilidad de nutrientes es variable en función de las especies forrajeras con que se cultivó la pradera, su manejo y los cambios fenológicos por los que atraviesa.

Las praderas cultivadas con riego tienden a presentar una menor variación ya que tienen un crecimiento constante, sin embargo, a medida que avanza el tiempo y las condiciones climáticas les son desfavorables, el ciclo fisiológico se acelera y la calidad nutritiva disminuye.

Observaciones realizadas con ryegrass muestra como la digestibilidad del forraje puede disminuir de 70 a 55% a medida que las condiciones climáticas son menos favorables para el desarrollo de esta especie. Al mismo tiempo existe una disminución notable en la cantidad de forraje productivo (ton MS/ha). Mientras que en los primeros períodos de pastoreo del ryegrass la producción de materia seca/ha oscila en las 3 ton., en los últimos períodos es de 2 ton/ha aproximadamente. El resultado de estas fluctuaciones es que en los primeros períodos de pastoreo se producen mas de 2 ton de MS digestible/ha, mientras que en los últimos períodos la producción de MS digestible es de apenas 1 ton/ha.

Los zacates bermuda, aunque de menor calidad presentan una variación menos notable, asi el bermuda cruza II produce 2.55 ton/ha de MS digestible en sus mejores etapas.

El manejo de la pradera, específicamente la frecuencia de pastoreo tiene un efecto importante sobre la calidad del forraje producido y consumido por el animal. Manejando praderas de ryegrass bajo un sistema de pastoreo con 5 potreros, el ganado pastorea durante 7 días en el mismo cuadro. Del 1er. al 7mo. día puede presentarse una disminución de mas de diez puntos de digestibilidad. No puede esperarse que bajo estas condiciones el comportamiento sea el mismo al obtenido cuando solo recibe una misma calidad de alimento. El período de recuperación de la pradera también incide sobre la calidad del forraje. A medida que se incrementan los períodos de recuperación, la calidad del forraje decrece y aunque se produce mas MS/ha, la cantidad de MS digestible/ha es mayor en períodos cortos de recuperación. Este efecto es mas evidente en los forrajes tropicales, existiendo una gran diferencia entre los irrigados y los de temporal.

Las variaciones de cantidad y calidad del forraje se toman en cuenta al considerar la meta a lograr con el ganado. Se parte del hecho que el forraje debe sustentar la producción animal deseada y que lo que haga falta para lograr un uso óptimo de la pradera se suplementará.

MINERALES:

De los cuatro grupos de nutrientes, Energía, Proteína, Vitaminas y Minerales, los minerales son los primeros en considerarse. La razón es que seguramente varios de ellos como P, MG, Mn, Zn, I y Co., se encuentran en cantidades limitantes, otras como el Na, Fe, Cu y Se., se encuentran en proporciones suficientes dependiendo del área geográfica. Potasio y Ca., no son limitantes por lo general pero se acostumbra incluirlos particularmente el Ca. para equilibrar las fórmulas. No es recomendable escatimar en la suplementación mineral dado que su costo es reducido y nos asegura el bienestar de los animales.

ENERGÍA:

La energía es el primer nutriente que determina la productividad de los animales. Sin embargo, la energía no es nutriente con una identidad tan clara como son la proteína, los minerales o las vitaminas. El animal obtiene la energía principalmente a partir de los productos de la digestión de los carbohidratos solubles (azucares) y estructurales (fibra). También obtiene energía a partir de las proteínas y las grasas. La energía que se obtiene del forraje es eficientemente usada para cubrir las necesidades de mantenimiento del animal mientras que la energía estimada para promover alimentos de peso se emplea con menor eficiencia. Esta última forma de aprovechar la energía, para aumento de peso, es la que mas sufre con las variaciones de las etapas fenológicas de las plantas por lo que cualquiera de estas variaciones se traduce en menores ganancias en el ganado.

Para contrarrestar variaciones en la disponibilidad de la energía de producción en el forraje se pueden establecer estrategias de suplementación de energía. Toda estrategia debe fundarse en aprovechar el máximo de energía del forraje, lo que determina el usar solo cantidades mínimas de energía suplementaria. Como fuentes de energía suplementaria puede pensarse en grasas, almidones y otros carbohidratos de subproductos agroindustriales. Los cereales que son ricos en almidón son, en la actualidad, la forma de energía mas barata y fácil de manejar.

En el cuadro I puede compararse el efecto de proporcionar tres niveles de grano de maíz suplementario. Sobresale el hecho de que aun con el nivel de maíz la ganancia diaria individual de los animales pastoreando ryegrass era bastante buena. Sin embargo, esta ganancia pudo incrementarse otro 11% mas mediante la suplementación de 900 a 1,500 g/a/d de maíz. Una situación similar ocurrió en zacate bermuda. En zacate bermuda una ganancia diaria individual de 480 g es aceptable, tomando en cuenta una carga de 3,500 kg/ha, al inicio del pastoreo.

El cuadro II muestra como la ganancia de 480 g/a/d de grano de maíz. Aun cuando estas investigaciones no definen la cantidad óptima de suplementación energética se nota que con los niveles inferiores de suplementación se obtiene la máxima respuesta, por lo que niveles mas altos de suplementación no tienen un beneficio económico ni representar una mejor opción biológica.

Otros estudios indican que los niveles óptimos de suplementación, en función del aprovechamiento de la energía del forraje y del grano, se encuentran entre los 450 y 750 g/a/d, sin embargo, el nivel óptimo de suplementación desde el punto de vista económico dependerá de las circunstancias económicas de la explotación.

CUADRO 1.

EFECTO DE PROPORCIONAR MAÍZ EN PRADERAS DE RYEGRASS

MAIZ0+++
Carga animal/ha121212
Consumo de maíz (kg/d).811.35
GDP individual (kg/d).88.98.96
Producción/ha (kg)117713141293
Diferencia (kg)137116
Beneficio económico3.021.52

Resultados de 112 días con animales de 197 kg de peso inicial.

CUADRO II.

EFECTO DE PROPORCIONAR MAÍZ EN PRADERAS DE ZACATE BERMUDA

MAIZ0+++
Carga animal/ha121518
Consumo de maíz (kg/d)1.001.75
GDP individual (kg/d).48.62.63
Producción/ha (kg)81313041582
Diferencia (kg)491769
Beneficio económico3.63.4

Resultados de 140 días con animales de 291 kg de peso.

PROTEÍNA:

La proteína cruda de un forraje o cualquier otro ingrediente es la expresión cuantitativa de nitrógeno que en este se encuentre. Sin embargo, dista de indicar cualitativamente el valor de la proteína en estos alimentos. Esta situación ha enmascarado el hecho de que los forrajes son pobres en proteína de buena calidad. Una gran proporción de la proteína cruda de los forrajes es degradada en la digestión ruminal, dejando una cantidad mínima, y en ocasiones nula, para aprovecharse en el intestino. animales en crecimiento y lactando no alcanzan a cubrir sus necesidades de proteína con la generada en el rumen y requieren un mayor aporte de proteína que no se degrade en el rumen (proteína sobrepasante).

Las proteínas de origen animal son generalmente las que mayor proporción de proteína sobrepasante contienen. De ellas la harina de pescado es la que tiene el mayor valor biológico. El cuadro III resume trabajos de 2 años en pruebas de pastoreo en ryegrass. En el primer año se usaron combinaciones de harinolina y harina de carne mientras que en el siguiente se empleó harina de pescado. Se observa una clara respuesta a la suplementación de 215=230 g de proteína/a/d en un incremento a la ganancia de peso en 50% adicional.

La respuesta a proteína indica que la proteína del forraje es insuficiente para que el animal exprese el potencial productivo de la pradera, también muestra la ventaja biológica y económica de proporcionar cantidades limitadas de suplementos. Si incrementamos la cantidad de proteína suplementaria, no se tienen incrementos adicionales pues las necesidades del animal han sido llenadas.

Praderas de forrajes tropicales, aun manejados para favorecer forraje de alta calidad, responden mejor a la suplementación de proteína por ser forrajes de menor calidad.

CUADRO III.

EFECTO DE LA SUPLEMENTACIÓN PROTÉICA SOBRE EL COMPORTAMIENTO DEL GANADO PASTOREANDO RYEGRASS.

TESTIGOSUPLEMENTADO
Año 1
Ganancia diaria/cabKg.7491.073
Ganancia/haKg13481932
Año 2
Ganancia diaria/cabKg.619.986
Ganancia/haKg624994

Año 1 = Toretes de 165 kg de peso inicial Duración de la prueba = 109 d de proteína implementada 230 g/a/d.

Año 2 = Vaquillas de 193 kg de peso inicial Duración de la prueba = 84 d Proteína implementada 215 g/a/d.

VITAMINAS:

La suplementación de vitaminas con frecuencia se ha soslayado el criterio de que los forrajes verdes contienen todas las vitaminas que necesita el animal. Ese juicio puede ser correcto para la vitamina A peso es probable que no lo sea con respecto a la vitamina E. La vitamina E ha sido sujeta a revisiones recientes que muestran una asociación importante entre este nutriente y los mecanismos de defensa de los animales. Esta situación es particularmente importante en ganado manejado en praderas irrigadas donde el riesgo de brotes de enfermedades aumenta por un mayor índice de contagio en animales aglomerados. Difícilmente un forraje va a poder proporcionar las dos mil UI/d de vitamina E que necesita un becerro de 200 kg para reducir su riesgo de contagio.

Existen fuentes comerciales de vitaminas que pueden ser empleadas con este propósito sin ser una carga económica.

MINERALES:

Los minerales calcio, potasio, cloro y azufre son abundantes en los forrajes con buenos programas de fertilización. Fósforo y Magnesio presentan otra dinámica en la planta y pueden llegar a ser limitantes del desempeño animal. Los minerales traza, magnesio, fierro, zinc, cobre, yodo, cobalto y silenio; se encuentran en cantidades marginales. El efecto de proporcionar minerales en cantidades insuficientes para cubrir las demandas del animal, no solo se traducen en menores tasas de ganancia, sino que también pueden conducir a una menor respuesta a agentes patógenos, como en el caso de la vitamina E y ocasionar graves pérdidas. El costo de proveer sales minerales al ganado es mínimo por lo que no es indicado hacer a un lado esta práctica. Es importante al elegir suplementos minerales que se usen como fuentes las sales de sulfatos sobre los cloruros, carbonatos y óxidos.