CLAVE RA0081

REVISTA RANCHO NO. 81

FEBRERO DE 1997.

MANEJO DE LA CONDICION CORPORAL EN GANADO DE CARNE

Francisco Ysunza Breña

 Toda investigación debe llegar al productor en forma de opciones de mejoramiento para su productividad, por ello, el Patronato del Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora, A.C., dedica gran parte de sus recursos en hacer llegar a los ganaderos del Estado aquella tecnología que puede hacer mas eficiente su explotación ganadera.

La alimentación del ganado es el factor mas determinante de la productividad de los animales; sin embargo, con frecuencia nos cuesta trabajo determinar si los pastos y las ramas que consumen son suficientes para mantenerlos vivos y hacer que produzcan. Una forma sencilla y muy efectiva para estimar el nivel nutricional de un grupo de ganado es evaluar su condición corporal.

La calificación de la condición corporal estima la cobertura de grasa corporal y la grasa es la principal reserva de energía, en el cuerpo del animal. A mayor calificación, mayor la cantidad de grasa depositada y mayores son las reservas disponibles para subrir las necesidades cuando el alimento de buena calidad escasea, aumentando las posibilidades de mantener la preñez, la lactancia y la fertilidad.

La importancia de la condición corporal esta en el impacto que tiene sobre la producción de leche, el porcentaje de preñez y el período abierto de las vacas. Es muy importante enfocarse a alcanzar y mantener animales en una condición que les permita permanecer productivos en forma constante.

Toda persona que trabaje directamente con ganado de carne debe conocer la importancia de la condición corporal sobre la productividad del hato, saber como estimar la condición corporal, saber cómo y cuando debe cambiar la condición corporal de los animales, así como el impacto de estos cambios en la economía del rancho.

La forma de calificar la condición corporal de una vaca depende de la apreciación visual y a veces la palpación manual de la grasa sobre las costillas, la espina dorsal, la punta y la base de la cadera y la base de la cola. algunas veces ayuda también la inspección de la grasa en la paleta y el pecho.

El sistema mas usado para la estimación o calificación de la condición corporal para vacas de carne usa una escala de 1 al 9, como se muestra en la siguiente tabla:

CLASIFICACION DE LA CONDICION CORPORAL

DE LAS VACAS.

1 MUY FLACA

2 FLACA

3 DELGADA

4 MARGINAL

5 OPTIMA BAJA

6 OPTIMA MEDIA

7 OPTIMA ALTA

8 GORDA

9 OBESA

En las siguientes figuras muestra una guía para poder determinar la condición en base a la apreciación visual de la cadera vista en forma lateral y posterior, así como la observación de la ausencia o la acumulación de grasa en la base de la cola.

La condición 1 (uno) presenta severas depresiones y falta de carne en la cadera, huesos muy notorios y una cavidad aguda y profunda bajo la cola.

A medida que aumenta la condición se observa una no tan severa depresión y notoriedad de los huesos, con una cavidad menos aguda debajo de la cola en la condición 3 (tres).

Se comienza a observar una cobertura carnosa delgada en la cadera y las primeras evidencias de grasa en la cola al llegar a condición 4 *cuatro).

Arriba de condición 5 (cinco) la depresión en la cadera es moderada o ligera y la base de la cola presenta huesos suaves con una cavidad que comienza a llenarse con grasa.

En condición 7 (siete) se comienza a notar un plano en vez de la depresión de la cadera y un definitivo relleno graso bajo la cola, con huesos redondeados.

La condición 9 (nueve) muestra ya una apariencia completamente redondeada con los huesos enterrados en grasa y plieques grasos debajo de la cola.

Desde el punto de vista reproductivo, las vacas deben alcanzar a calificar con 5 al momento del parto, para lograr quedar preñadas otra vez a buen tiempo. Las vacas en condición marginal o menor tienden a presentar un tercio menos de calores a los 80 días y hasta un 60% menos de preñez que las vacas en condición óptima baja. A los 6 meses de gestación la diferencia se eleva al 75%.

La calificación de la condición corporal muestra un mejor panorama que el peso del ganado; no es lo mismo cambiar un punto en condición de una vaca seca que la de una preñada o en lactancia por la distinta distribución del cambio de peso.

Por ejemplo, una vaca en lactancia en condición 4 requiere aumentar 36 kg de grasa y músculo para cambiar a condición 5; sin embargo para el mismo cambio de condición en una vaca seca y preñada habrá que considerar unos 45 kg mas que representan el aumento por el becerro y los productos de la gestación. Esto significa que la vaca en lactancia puede cambiar de condición 4 a 5 en 90 días con un aumento de 400 g diarios, mientras que la vaca seca y preñada deberá aumentar 900 g diarios para obtener el mismo resultado.

Para decidir como manejar los cambios de peso en función de cambiar la condición corporal hay que considerar primero cuando es importante subir o mantener la condición de la vaca de acuerdo a su estado fisiológico, y en segundo lugar, cuando es mas factible hacer dichos cambios, pensando en la disponibilidad y la calidad del forraje en el agostadero a través del año.

Dividiendo el año en cuatro etapas principales, tomando en cuenta al estado fisiológico de una vaca que produce un becerro cada año, se pueden planear a tiempo los cambios necesarios en la condición corporal del ganado para mantener este ritmo de producción.

La etapa con mas altos requerimientos nutricionales es justo después del parto, cuando la lactancia y la necesidad de volver a ciclar se juntan. La cantidad y calidad de alimento que la vaca necesita va disminuyendo hasta el nivel mas bajo después del destete y antes del último tercio de gestación, cuando el crecimiento mas acelerado del feto le demandará mas y mejor alimento.

El tener los requerimientos mas altos al parto no necesariamente significa que las vacas deben de parir cuando hay abundancia de forraje de calidad, sino que deben de prepararse con anticipación para estar en óptima condición al parto, lo que les permite usar sus reservas para producir leche y ciclar nuevamente para el siguiente empadre. La CLAVE es aprovechar las épocas de abundancia de forraje verde para reponer a tiempo las reservas perdidas después del parto y volver a la condición óptima cuando se necesita.

Otras herramientas como la suplementación, el destete precoz e inclusive el desalojo de potreros pueden planearse a tiempo si se plantea el panorama con la visión hacia adelante, no tratando de remediar situaciones de emergencia o retrasar la velocidad de los vientres para seguir produciendo becerros.

La condición debe manejarse gradualmente y antes de que el ganado pierda demasiado. Los cambios deben de ir acompañados de una buena determinación de la capacidad de carga en los potreros y sobre un calendario a corto y mediano plazo.

Conocer y manejar la condición del ganado permite prevenir y planear, manteniendo un hato eficientemente productivo y evitando situaciones de emergencia que van en contra de la economía del rancho.

 PATROCIPES ha establecido módulos demostrativos en diferentes puntos del Estado, donde el productor puede ver directamente los resultados de la aplicación de la tecnología adecuada para los ranchos de su region.