RESUMEN DE AVANCES DE INVESTIGACIÓN DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES PECUARIAS DEL ESTADO DE SONORA. 1981.

EFECTO DE LA SUPLEMENTACION DE GRANO A NOVILLOS PASTOREANDO PRADERAS DE RYEGRASS SOBRE BERMUDA CRUZA-I.

Genaro Lizárraga del C.

Amador Aguayo A.

Francisco J. Peñúñuri M.

Los pastos utilizados comúnmente en el noroeste de México bajo riego son el ryegrass en invierno y el bermuda cruza-I en el verano. Estos zacates por lo general han sido utilizados bajo pastoreo en el crecimiento de animales posdestete; sin embargo, rara vez en el crecimiento y acabado, complementando estas praderas con dietas de finalización.

Estudios efectuados en C.I.P.E.S., demuestran que el ryegrass produce ganancias de peso superiores a las logradas por el Cruza-I (891 y 503 gramos por animal por día, respectivamente), y ésto se debe principalmente a la alta calidad del ryegrass en relación a la del bermuda; sin embargo, otros estudios indican que para mejorar la productividad de las praderas irrigadas es necesaria la suplementación de energía, la cual incrementa la ganancia de peso, eleva la carga animal y amortigua la baja producción y calidad del forraje. El objetivo del presente estudio fue evaluar el efecto de la suplementación energética sobre la ganancia de peso por hectárea y características de la canal de novillos en pastoreo en praderas de producción continua.

Este trabajo se realizó en una pradera de producción continua sembrando ryegrass sobre bermuda Cruza-I. Los tratamientos fueron: 1) testigo (únicamente pastoreo); 2) pastoreo + 30% de los requerimientos de energía metabolizable; y 3) pastoreo + 50% de los requerimientos de energía metabolizable. En ambos tratamientos la suplementación de energía fue para ganancias de 1.0 kg por animal por día.

La fuente de energía empleada fue el grano de maíz. La suplementación en ambos tratamientos se inició a partir de los dos últimos períodos de pastoreo en invierno (abril y mayo) y todo el verano, ajustándose cada 28 días.

La densidad de siembra para ryegrass fue de 50 kg de semilla/ha y la fertilización de 150 kg de nitrógeno y 80 kg de fósforo por hectárea, en el establecimiento. Después de cada pastoreo se aplicaron 60 kg de nitrógeno/ha. La carga animal al inicio del pastoreo fue de 2,360 kg de peso vivo/ha y el peso promedio inicial por animal de 197 kg. Se utilizó un sistema de pastoreo rotacional con 5 potreros y una recuperación para ambos pastos (ryegrass y Cruza-I) de 28 días.

Durante el pastoreo de ryegrass (Cuadro 1) y con una carga de 12 novillos por hectárea, la ganancia diaria promedio (G.D.P.) para la primera etapa sin suplementar fue muy similar para todos los tratamientos y promedió 970 gramos por animal por día; sin embargo, en la segunda etapa y ya con el efecto de la suplementación, se observa que los lotes suplementados fueron superiores al testigo y promediaron 977, 934 y 820 gramos por animal por día, para 30% energía, 50% energía y testigo respectivamente. al comparar en ryegrass la primera etapa de pastoreo con la segunda, se aprecia que la G.D.P. para el testigo disminuyó en 12% y en la misma proporción se redujo la digestibilidad del forraje; sin embargo, en los lotes suplementados aún cuando la calidad del ryegrass se redujo, la G.D.P. se mantuvo constante en las dos etapas pastoreadas, lo cual demuestra el efecto benéfico de la suplementación.

Para el período de verano y considerando la subutilización de la pradera en los lotes suplementados, se optó por incrementar la carga animal a 15 y 18 novillos por hectárea, en los tratamientos de 30 y 50% de energía. Se observa en el Cuadro 2 que tanto la G.D.P., la ganancia por animal y la ganancia por hectárea, fueron superiores en los lotes suplementados con relación al testigo. De ésto se deduce que aún cuando se aumentó la carga animal, el uso de la suplementación incrementó la G.D.P. en 28.3 y 29.7% para los niveles de 30 y 50% de energía con respecto al testigo. En los 252 días de pastoreo (invierno y verano) se logró un incremento en la ganancia total por hectárea de 32 y 44% a favor de los niveles de 30 y 50% de energía en relación al testigo sin suplementar, respectivamente.

Los pesos y rendimientos de los animales en los diferentes niveles de energía se presentan en el Cuadro 2. Se observa que el peso de matanza y el peso de canal frío fueron superiores en los lotes suplementados con respecto al testigo; sin embargo, el rendimiento de pie a canal frío fue muy similar para todos los tratamientos, pero tendió a aumentar al incrementar el nivel de energía, no siendo así con el rendimiento de carne magra, el cual fue ligeramente superior para el testigo (52.8%) y disminuyó a 52.0 y 51.4% en los niveles de 50 y 30% de energía, probablemente debido a una mayor deposición de grasa en las canales de los lotes suplementados.

4/ Beef carcass yield grade finder, Livestock División, U.S.D.A. ? (1965).

Los grados de clasificación de las canales se presentan en el Cuadro 4, donde se observan valores similares para todos los tratamientos, de entre los cuales el testigo dio el grado mas alto de clasificación standard (21.5%); para el grado de clasificación buena el nivel de 30% de energía con 87.5% fue el mas alto y el mas bajo fue el nivel de 50% (71.4%); sin embargo fue el único tratamiento que clasificó grado selecta (14.3%).

En cuanto al análisis económico, el tratamiento testigo fue el mas redituable (31.2%); le siguió el nivel de 30% con 18.4% y el mas bajo fue el nivel de 50% de energía con 8.4% de tasa de redituabilidad. Así, por cada peso invertido se ganaron $0.31, $0.18 y $0.08 para testigo, 30% y 50% de energía respectivamente.

De los datos anteriormente descritos se concluye que la suplementación de energía en base a granos, incrementa la producción animal; sin embargo, no se justifica económicamente su uso en relación al testigo, por lo que es necesario probar fuentes de energía mas baratas como la melaza e implementar mejores métodos para facilitar su manejo y utilización en praderas irrigadas.