CLAVE RA0079

REVISTA RANCHO NO. 79

OCTUBRE DE 1996.

AUTOR: Damián Pedroza Pérez

DOS SISTEMAS PARA SINCRONIZAR EL CALOR

EN BOVINOS PRODUCTORES DE CARNE EN EL AGOSTADERO.

La inseminación artificial es la técnica de reproducción que mayor trascendencia ha tenido en la producción animal durante los últimos años. Esta posee múltiples ventajas, entre otras la utilización de semen de toros genéticamente superiores a los disponibles en el rancho, la posibilidad de mejorar rápidamente el pie de cría del hato, la introducción de razas poco comunes en la región y con ella es posible controlar enfermedades del tracto reproductor.

El mayor problema que se presenta al implementar el uso de la inseminación artificial en el ganado bovino explotado en el agostadero son las grandes extensiones de terreno que tienen los potreros, lo cual dificulta la detección de vacas en calor; además, se requiere también personal que tenga el conocimiento y la habilidad necesarios para dar buen servicio de inseminación.

Para inseminar artificialmente de forma eficaz, es necesario que se sincronicen los calores en el ganado. Esta es una técnica sencilla en la cual, por medio de un tratamiento hormonal, entran en calor a un mismo tiempo un grupo de vacas o vaquillas en un período de 2 ó 3 días.

Existen varios tipos de sincronizadores del calor, entre ellos el Sincro-Mate-B y el Crestar, ambos en forma de implante impregnado de un producto hormonal similar a la hormona progesterona (norgestomet), el cual es absorbido en pequeñas cantidades cuando esta colocado en el pabellón de la oreja. El tiempo que dura en el animal es por espacio de 9 días.

Además del implante, el sincronizador se complementa de una inyección intramuscular de 2 ml que contiene 5 mg de Valerato de Estradiol y 3 mg de norgestomet, que se aplican al momento de ser colocado el implante.

En los ranchos del Patronato del Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora (PATROCIPES), se han desarrollado estudios para sincronizar el calor de manera efectiva, sencilla y a bajo costo en corrales, praderas y agostadero, utilizando vaquillas y vacas con y sin cría, todos ellos con resultados satisfactorios.

En dichos estudios se ha encontrado que para sincronizar el calor con implantes ya sea en corrales, praderas o agostadero, es necesario hacer observaciones del ganado cuatro horas al día (6-8 a.m. y 5-7 p.m.) después de retirar el implante de la oreja, esto con el objetivo de detectar a las vacas que entran en calor, inseminándolas aproximadamente 12 horas después.

La observación de calores es por cinco días, posteriormente se descansan 12 más, y se vuelve a observar a los animales por un segundo período de 12 días seguidos (diagrama 1). Este segundo período de observación es para inseminar aquellos animales que en el primer período no se cargaron o no se vio que entraran en calor.

El principal obstáculo en este sistema es juntar el ganado dos veces al día para realizar la observación de los calores. Para solucionar este problema, el departamento de Reproducción Animal de PATROCIPES realizó un trabajo con el sistema de sincronización de calores para reducir hasta donde fuera posible los días dedicados a la observación de los calores y determinar si el sistema afectaba negativamente la fertilidad de las vacas.

DIAGRAMA 1

TIEMPO EN DIAS UTILIZADOS DURANTE LA I.A. EN LOS DIFERENTES SISTEMAS

SISTEMA I

1er. Servicio 2do. Servicio

Descanso

Días 0 1 2 3 4 ……………….18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28

obs. de calores observación de calores e inseminación artificial

e inseminación artificial

SISTEMA II**

descanso animales con implante usado

Días 0 1 2 ………………. 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28

* observación de calores e inseminación artificial

Día 0 corresponde al día de retiro del implante.

* Inseminación artificial forzada a todos los animales sin detectar calores.

** Para el sistema II, el día 17 se aplicó el implante usado y fue retirado el día 23.

Este estudio fue efectuado en el rancho “La Granada”, propiedad de PATROCIPES, mismo que cuenta con varios potreros de agostadero natural de más de 300 hectáreas cada uno, además de dos potreros de zacate Buffel de 50 hectáreas cada uno, los cuales se utilizaron para la observación de calores, siendo esta una de las ventajas que tiene la pradera de este zacate, al poder mantener los animales por el tiempo en que se checaron los calores.

Se utilizaron 60 vacas, sin cría que se distribuyeron en dos sistemas: En el sistema I se emplearon 30 vacas con tratamiento hormonal a base de un implante de Sincro-Mate -B colocado por 9 días en el pabellón de la oreja, más una inyección intramuscular de 2 ml que conteniendo 5 mg de Valerato de Estradiol y 3 mg de norgestomet, aplicadas el mismo día en que se colocó el implante. El día que se retiró el implante se consideró como día “cero”.

El sistema II utilizó 30 vacas que tuvieron el mismo tratamiento hormonal que el sistema I, pero en este caso los animales se inseminaron artificialmente en forma forzada 48 horas después de retirado el implante sin necesidad de detectar calores. Además, 17 días después de habérseles retirado el implante usado (reciclado) por espacio de 6 días. La observación de calores en este sistema fue solo por cinco días inmediatamente después de haberse retirado el implante usado.

Los días dedicados a la observación de calores o para realizar la inseminación artificial para cada sistema se describe en el diagrama I.

Todos los animales permanecieron en el agostadero natural y durante los períodos de la observación de calores pastorearon la pradera de zacate buffel. El empadre duró 90 días, de los cuales, en los primeros dos calores se inseminaron para posteriormente seguir el empadre con toros (tapones).

45 días después de darse el último servicio de inseminación se palpó a los animales. También se realizó otra palpación 45 días después de terminado el empadre. A nivel comercial no se acostumbra la palpación rectal con un intervalo así de corto, pero para un ganadero dedicado a la venta de vaquillas de reemplazo o sementales, sí es necesario para que pueda saber que la cría que va a nacer es producto de la inseminación artificial.

Del primer servicio se obtuvieron 47 y 27% de gestación para los sistemas I y II, respectivamente (Cuadro 1). El porcentaje de animales sincronizados en el sistema I, fue de 83%. Este porcentaje es normal a los encontrados para este sistema así lo demuestran en otros estudios realizados.

CUADRO 1

PORCENTAJE DE VACAS EN CALOR Y DE GESTANTES CON EL PRIMER, SEGUNDO SERVICIO.

SISTEMA I II

PRIMER SERVICIO

No. vacas 30 (100) 30 (100)

Vacas en calor 23 (83) - *

Vacas gestantes 14 (47) 8 (27)

SEGUNDO SERVICIO

No. de vacas a sincronizar 16 22

Vacas en calor 13 (81) 18 (82)

Vacas gestantes 6 (37) 8 (36)

Número entre paréntesis corresponde al porciento de animales.

* = no se observó calores, se usó I.A. forzada 48 horas después de retirar el implante.

Durante el segundo período, el porcentaje de calores fue de 81 y 82% para los sistemas I y II, respectivamente (cuadro 1), considerando en este porcentaje solo a los animales que no se cargaron en un primer servicio. Asimismo se observó que la sincronía del calor en el sistema II se presentó a las 48 horas de retirado el implante en el 65% de los animales, en cambio, en el sistema I la distribución de los calores fue entre 9 días de observación, lo cual indica que haciendo uso adecuado de los implantes reciclados es posible sincronizar un segundo calor consecutivo. El porcentaje de gestación en este servicio fue similar para los dos sistemas con 37 y 36% para los sistemas I y II.

En el cuadro 2 se muestra el porcentaje de gestación obtenida con inseminación artificial en todo el estudio y el tiempo empleado para la observación de calores e inseminación en los diferentes sistemas. Se observa que no existió diferencia en cuanto al porcentaje de gestación para los diferentes sistemas (67 y 53% para los sistemas I y II. El tiempo empleado en observación de calores e inseminación fue de 16 días en el sistema I y de solo 6 días para el sistema II. Lo que indica que con los implantes usados se puede reducir los días de trabajo en forma significativa, esto sin que se vea afectada negativamente la fertilidad.

CUADRO 2

GESTACION OBTENIDA POR I.A. Y MONTA NATURAL, Y DIAS EMPLEADOS POR SISTEMA.

SISTEMA I II

No. animales 30 30

Vacas gestantes por I.A. 20 (67) 16 (53)

Días trabajados por sistema 16 6

Total de vacas gestantes 23 (77) 22 (73)

Número entre paréntesis corresponde al porciento de animales.

Por último, los porcentajes de gestación obtenidos durante todo el empadre fueron del 77 y 73% para los sistemas I y II (cuadro 2), estos son buenos si se toma en cuenta que el porcentaje de gestación promedio que se obtiene en el Estado es del 50% con todo el año de empadre, en comparación con el obtenido en este estudio con únicamente en 90 días de trabajo.

Se concluye de este trabajo que con el sistema II, en el cual se reutilizan implantes hormonales se puede sincronizar satisfactoriamente en el agostadero. El empleo de implantes usados sin la inyección, agrupa en un 65% a los animales que presentan calor en las primeras 48 horas. Asimismo, con el sistema 2 se reducen los días de trabajo en los programas de inseminación en el agostadero.