RANCHO NO. 35

JUL-AGO DE 1987

AUTORES: ING. M.C. Marco A. Sau Navarro

Ing. César Ortega García.

�ES POSIBLE MEJORAR UN HATO GANADERO MEDIANTE SELECCIÓN?

Sí, mediante un programa de selección, el cual consiste en la identificación de los animales que sean más productivos que el promedio del grupo al cual pertenecen, dándoles la oportunidad a estos de ser los padres de las siguientes generaciones y desechando del hato a los animales menos productivos.

Que se aumenta la capacidad de producción de los animales. Esto es, que bajo las mismas condiciones ambientales en que se encontraba el hato al establecer un programa de selección, se obtendrán animales con mayor peso, con los que se podrán formar lotes más uniformes, los cuales son muy atractivos para el comprador, alcanzando los mejores precios en el mercado.

Sí, la selección se puede practicar en cualquier tipo de explotación ganadera; en hatos de ganado comercial donde existan mezclas de diferentes razas es posible a la vez, obtener un buen progreso de producción, a través de la selección; siendo dicho progreso más efectivo en hatos de animales de raza pura, ya que éstos animales expresan con mayor facilidad las características que el criador desea.

Las características a seleccionar deben ser las más relacionadas con los objetivos de producción del rancho. Pero en todos los casos éstas deben ser de gran importancia económica y de alta heredabilidad para el ganadero productor de carne, como lo son: El peso al destete, el peso al año y a los 18 meses de edad. Esto es para obtener animales más pesados y poder aumentar las utilidades año con año.

La fertilidad en el ganado de carne, como en todas las especies de animales, es de baja heredabilidad pero de gran importancia económica, ya que teniendo un alto porcentaje de fertilidad en el hato, es como se puede lograr destetar un mayor número de becerros.

La fertilidad como todas las características que son poco heredables, son muy afectadas por factores ambientales como: Disponibilidad y calidad de los alimentos, enfermedades reproductivas, capacidad reproductiva de los sementales y vacas y el manejo en general; por lo tanto, para poder lograr el mejoramiento de esta característica en el hato, es necesario un buen programa de manejo en el rancho, desechando todos aquellos sementales infértiles y que muestren problemas para montar a las vacas; así como aquellas vacas que siendo productoras de buenas crías tengan dos o más años sin producir cría alguna. Por otra parte, otra alternativa sería la utilización de un programa de cruzamiento. Ver Boletín Rancho No. 7-8.

Cuando se tiene un buen programa de manejo, el cual deberá ser uniforme, principalmente para vaquillas y vacas, que comprende: una época de empadre corta y definida (Boletín Rancho No. 23), rotación de potreros, buena distribución de agua, etc., así como también que se esté seleccionando sólo para características de productividad que sean muy heredables y de gran importancia económica. De esta manera se estará mejorando año con año la capacidad de producción del hato, debido a que la selección es más eficaz.

El fenotipo es lo que se puede observar en el animal y ésto es resultado de la relación de las cualidades genéticas de cada animal, con las condiciones ambientales (alimentación, temperatura, humedad, etc).

Hay fenotipos que se pueden medir, tales como la altura y el peso de los animales, estas características son las de mayor interés para el ganadero comercial, ya que de ahí depende la producción de becerros más pesados. Hay otros que su evaluación es a ojo, como: Belleza física, figura de la cara, etc., los cuales no tienen relación con la productividad; entonces, a éstas últimas solo se les debe dar importancia cuando se quiera tener animales muy atractivos físicamente.

Lo primero es fijar los objetivos de producción en el rancho, o sea, que es lo que quiere producir.

Por ejemplo: en el caso del ganadero que le interesa trabajar sólo con ganado para producción de carne, su objetivo será producir un lote de becerros que, a la venta, sean los más grandes y uniformes en peso y en edad.

Lo más indispensable es llevar registros; ésto es, la toma de datos de producción de cada animal, tales como: fecha y peso al nacimiento, número de la madre, fecha y peso al destete de todas las crías y peso a los 18 meses de edad de todas las vaquillas que se estén creciendo para reemplazos, así se tiene la información de la producción de cada una de las vacas y con base a esos datos, se toma la decisión de cuales animales se desechan para la venta o se quedan como pie de cría en el hato.

Además es necesario un buen programa de manejo en el rancho, como es: Una época de empadre corta y definida, así como pastorear el agostadero con una carga animal adecuada y suplementar durante las épocas de sequía.

Para tomar dicha información se deben tener libros de registro, para apuntar la información, tener básculas manuales para pesar las crías al nacimiento, también una báscula para pesarlos al destete, a los 18 meses de edad y todos los animales que se vendan al abasto; debe haber también los vaqueros necesarios para el manejo del rancho y para la toma de datos. Asi como un buen sistema de identificación de los animales.

En un programa de selección, éstos pesos son de suma importancia ya que sirven para medir el desarrollo de cada uno de los animales a diferentes edades, así como para medir la capacidad productiva de los animales adultos; la evaluación de las vacas o de los toros se hace con base al peso de sus crías, y considerando estos pesos es como se toman las decisiones de eliminar o conservar ciertos animales.

Principalmente en base a datos de producción del torete. De preferencia que sea un torete de alta calidad, el cual haya sido sometido a una prueba de comportamiento y que en ella haya presentado una buena capacidad de producción. O sea, que el animal después de destetado, haya tenido ganancias de peso superiores al promedio del grupo en el cual se probó. Además debe presentar buena cantidad y calidad de semen y estar libre de enfermedades.

Si se van a utilizar en el hato toros de otras ganaderías, lo mejor, aparte de ser animales probados, es que las condiciones ambientales de la ganadería de la cual provienen, sean de lo más parecidas a las condiciones del hato en donde trabajarán.

Se deben seleccionar para reemplazos aquellas vaquillas que sean hijas de las vacas más productivas y que presenten los mejores pesos ajustados a los 205 días de edad, procurando que esta cantidad sea un 50% más de las requeridas, con el fin de desechar aquellas becerras que presenten malformaciones y desarrollo más pobre, después del destete.

Las vaquillas seleccionadas al destete se deben crecer en grupo hasta que cumplan los 18 meses de edad, evitando la gordura. Una última selección de los reemplazos se hace una vez que se hayan declarado cargadas.