CLAVE G90001

MEMORIAS

DE LOS FESTEJOS CONMEMORATIVOS DEL 21 ANIVERSARIO DEL CIPES.

OCTUBRE DE 1990.

MEJORAMIENTO DEL GANADO DE CRIA EN AGOSTADERO

Ing. MC Marco A. Sau N.

La ganadería en Sonora, que está compuesta en su mayoría por el sistema de producción vaca-cría para producción de carne bajo pastoreo extensivo, es bastante amplia y compuesta por varios grupos de razas diferentes que en total en 1989 formaba una población aproximada de 1’572,253 cabezas de ganado. En el cuadro 1 se presenta la distribución total de dicha población por raza; donde se puede observar que aproximadamente el 77.4% del ganado pertenece a los grupos de ganado criollo y el resto 22.6 % a razas puras.

CUADRO 1

GANADO BOVINO BAJO PASTOREO EXTENSIVO EN SONORA

Y SU DISTRIBUCION POR RAZAS:

R A Z ACANTIDADRAZACANTIDAD
Criollo Cruzado1’169,844Brangus30,100
Cebuino104,520Charbray22,070
Hereford91,554Angus17,132
Charolais76,062Otras razas13,757
Criollo Corriente47,214  
 T O T A L:1’572,253
 

En esta población tan grande de ganado que solo presentó un 62% de producción de crías que pesaron en promedio aproximadamente 160 kg al destete, no se puede negar la necesidad de implementar mas y mejores programas de manejo general del rancho y del ganado, e implementar programas de mejoramiento genético del mismo para hacer de la ganadería sonorense una industria eficientemente productiva y por lo tanto mas redituable.

El buen aprovechamiento del material genético que ofrecen tanto el ganado criollo como las principales razas puras que existen en nuestra ganadería, es la herramienta principal para corregir las deficiencias productivas de esta industria; los hatos de razas puras pueden proveer de mas y mejores sementales a los de ganado criollo y éstos, a su vez, sacar buen provecho de ello.

Mediante un buen programa de mejoramiento genético, bien se puede aprovechar la adaptabilidad que presenta el ganado criollo a la mayoría de las condiciones generales de nuestro Estado, combinándolo con las razas puras de las que ya se tiene alguna idea de su comportamiento productivo en un determinado ambiente, o practicando la selección dentro de dicho grupo, el cual compone como las 3/4 partes de la población total del ganado sonorense.

Las herramientas básicas para lograr el progreso ideal con un buen programa de mejoramiento genético son:

1.- Fijar bien los objetivos que se persiguen en el rancho. Que características del ganado son las de mayor importancia económica.

2.- Tomar registros individuales del comportamiento del ganado para las características de interés.

3.- Implementar un buen programa de manejo del rancho y del hato en general.

Si alguno de estos puntos quedan considerados a la ligera, se puede dar al traste con lo invertido en otros.

Las razas que se estan introduciendo últimamente a nuestro Estado pueden, en un momento dado, ser mas productivas o en su defecto todo lo contrario a las actuales, todo dependerá de la adaptación que presenten al ambiente a donde se estan realizando las importaciones; pero ello es una muestra de la preocupación del ganadero actual por mejorar genéticamente la productividad de su ganado.

Para lograr un avance significativo en el mejoramiento de la capacidad productiva del ganado, el primer paso es realizar lo que muchos productores ya estan tomando en cuenta: Asegurar una buena alimentación del ganado (no sobre pastorear los potreros para tener siempre buen pasto), para que las vacas, que representan la maquinaria productiva en la industria ganadera, cuenten siempre con un buen combustible para su buen funcionamiento y no sufran desgastes, muchas veces prematuros, que afecten su productividad.

Cualquier programa de mejoramiento genético contempla proporcionar siempre una buena alimentación y un manejo adecuado y uniforme al ganado, y procurar mejorar las características de importancia económica que se apeguen a los fines que se persiguen; las características que contribuyen a lograr una producción abundante de carne de buena calidad en forma eficiente son las siguientes:

1.- Capacidad reproductiva o fertilidad del hato; que es la principal característica que determina la cantidad de crías que nacen cada año en el rancho.

2.- Longevidad y habilidad materna de las vacas cuidando, alimentando y, por lo tanto, destetando crías sanas y pesadas.

3.- Capacidad y eficiencia de los animales para ganar peso en sus diferentes etapas de desarrollo y producir una canal de buena calidad.

Cada una de las características antes mencionadas se transmiten de padres a hijos, pero unas con mas facilidad que otras, y de ello depende el criterio que se tomará para su mejoramiento en el hato.

La capacidad reproductiva de los animales en el hato, es una de las características de mayor importancia económica; por que de ella depende fuertemente el tamaño del lote de becerros que se logren en un ciclo productivo en el rancho. Esta es una característica que no se transmite fácilmente de padres a hijos (baja heredabilidad), lo que indica que no se puede mejorar con la simple selección de animales reproductivamente activos, por el hecho de que existen muchos factores no genéticos (factores ambientales), que afectan dicha característica, tales como:

1.- Alimentación deficiente de vacas y toros; lo cual puede ocasionar que, por el mismo instinto natural de conservación de la especie de los animales, éstos dejen de reproducirse y se presenten retrazos en la pubertad o madurez sexual de las vaquillas, bajo porcentaje de reestablecimiento de los ciclos de estro después del parto, baja capacidad de quedar gestantes en la primera o segunda monta, alto porcentaje de mortalidad embrionaria y abortos. Siendo ésto debido a que el animal no llena, muchas veces, el mínimo de la cantidad necesaria de los principales nutrientes alimenticios.

2.- Edad, cantidad y condiciones reproductivas de los toros en el hato, pueden afectar su papel tan importante que representan en la reproducción del mismo; puesto que uno solo de ellos puede cubrir varias vacas en una temporada de empadre. Un toro jóven es generalmente menos capáz de cubrir mas de diez vacas que uno adulto en un período de 2-3 meses. La cantidad de toros a utilizar depende de la topografía del terreno, de la condición general del mismo, de la adaptación que la raza presente en el ambiente donde se les tiene, del manejo general del hato, etc.

En un estudio realizado por el CIPES en el año de 1985, se enconró que en la zona serrana del Estado aproximadamente el 16% de los sementales no satisfacían los requisitos de un buen reproductor. Si un animal de estos, o cualquier otro que no sea eficientemente reproductivo, llega a tocarle trabajar como semental en un hato pequeño o donde solo se utilice un toro, puede provocar la pérdida total de todo un año de manejar y mantener las vacas para no obtener una sola cría, o en su defecto, en un hato grande se dejan de producir fácilmente no menos de 9-10 crías.

3.- Existen muchos otros factores ambientales que reducen también la fertilidad en el hato tales como época del año inadecuada para realizar un empadre corto, raza de ganado con mala adaptación al ambiente particular, nivel de consanguinidad en el hato, incidencia de enfermedades que afectan el tracto reproductivo que muchas veces no son detectados a tiempo y traen consigo efectos catastróficos sobre la producción.

Con esto en mente, entóncen la fertilidad en el hato es factible de mejorar notablemente con buenos programas de manejo general del rancho y del ganado. Pero también, por ser esta característica de baja heredabilidad, responde favorablemente al cruzamiento de razas; siendo superior las respuestas en la cruza de razas cebuinas con ganado tipo europeo que en las cruzas entre razas cebuinas o entre razas de tipo europeo. Donde con las cruzas de cebuinos por europeos, las primeras se favorecen porque además de que se mejora fertilidad, se reduce la edad a la pubertad y se mejora el nivel de productividad en general y, las de tipo europeo presentan un nivel de adaptabilidad mas amplio a diferentes ambientes, mayor resistencia a parásitos, mayor fertilidad, etc., lo que se conoce como complementariedad de razas. Por medio de cruzas de razas se puede elevar una característica a un nivel bastante alto en el hato en una sola generación, lo que nunca se podría lograr con la selección directa de la misma dentro del hato original, siempre y cuando la cruza sea bien programada.

La longevidad y habilidad materna de la vaca, representan el tiempo que ella permanece productiva en el hato y su capacidad fisiológica para alimentar a un becerro saludable y vigoroso hasta el destete. En un sentido mas amplio, la reproducción, la facilidad del parto, la supervivencia, el comportamiento temperamental de la madre y la producción de leche son todos importantes en la capacidad de crianza o habilidad maternal. Por otro lado, mientras mas tiempo dure la vaca en el hato presentando las características antes mencionadas, se necesitan menos reemplazos: Reduciendo así los costos que implica la crianza de estas hasta que llegan a una edad productiva y aumentando las ganancias económicas de lo invertido para la crianza de las mismas.

La longevidad y habilidad materna, son características del ganado que se pueden mejorar por selección de las vacas que presenten los menores comportamientos para ello; pues dichas características se transmiten medianamente de padres a hijos (20-40 % de heredabilidad).

La mejor opción para mejorar estos caracteres en el hato, es la selección de animales con buena firmeza estructural y la selección de reemplazos producidos por animales que permanecen durante un tiempo suficiente en el rebaño como para tener una gran descendencia.

Existen diferencias entre razas para habilidad materna y longevidad; en un estudio con objetivos relacionados a estos caracteres, trabajando con ganado Brahman, Angus, Holstein y Jersey en pastoreo como razas puras y sus cruzas, se encontró que las vacas cruzadas produjeron 1.63 mas crías y 397 kg mas de peso al destete acumulado que las razas puras a los doce años de edad. Aunque la raza Brahman tendió a permanecer por mas tiempo en el hato que las otras razas, sus edades adultas al primer parto, la baja sobrevivencia y el peso al destete de sus crías e intervalos grandes entre partos, redujeron su número de crías y peso al destete acumulado, resultando en un animal de baja productividad.

La capacidad y eficiencia de los animales para ganar peso en sus diferentes etapas de desarrollo y para producir una canal de buena calidad, son características de gran importancia económica y genética para el productor; puesto que de ello depende el peso de sus animales a la venta así como la cantidad de pasto consumido por éstos para lograr dichos pesos, y son además caracteres que se transmiten de moderada a fácilmente de padres a hijos (mediana a altamente heredable 20-70%).

El peso al destete de las crías es el principal indicador del potencial productivo propio de ellos, así como de la habilidad materna de la madre y del valor genético de los sementales, siendo a la vez una característica que se puede mejorar mediante la selección de toros y vaquillas de reemplazo de buen peso al destete; siempre y cuando se escojan éstos de un lote de crías manejadas y alimentadas similarmente todas ellas bajo un mismo ambiente y programa de manejo. Puesto que es una característica que se transmite moderadamente de padres a hijos (heredabilidad media 20-30%). Generalmente nunca se logra un lote de becerros de la misma edad en días y del mismo peso al destete. La selección al destete se basa en el peso del animal y en el promedio del grupo al cual pertenece y, por lo tanto, para no favorecer a unos y perjudicar a otros, porque el peso depende mucho de la edad del mismo, se deben de estandarizar cada uno de los pesos individuales a una edad constante; lo que sirve para juzgar a las crías, a las madres y a los padres para hacer una selección precisa: Desde luego existen otros factores ambientales que modifican o afectan al peso al destete, que dependiendo de su grado de influencia habrá que considerarlos o nó.

Esta es una característica que responde moderadamente al cruzamiento de razas; el grado de respuesta que se obtenga mediante este sistema de mejoramiento genético, dependerá de la calidad genética de los reproductores y de las razas que se utilicen.

Por la heredabilidad que esta característica presenta y por las diferencias en habilidad reproductiva de un semental con respecto a cualquier vaca, la mejor herramienta para mejorar genéticamente el peso al destete en el hato, es mediante la utilización permanente de buenos sementales, reemplazándolos en el menor tiempo posible por mejores animales.

Existen también diferencias entre razas para peso al destete; lo que se debe a las mismas diferencias genéticas que existen entre ellas; unas son de talla grande, otras medianas y otras pequeñas. En el cuadro 2 se presenta el comportamiento predestete promedio de grupos representativos de tres razas de ganado bovino en el Norte de México. En él se puede observar que dentro de los grupos de razas puras la Hereford presentó el mejor peso al nacimiento (mas bajo), pero el peor desarrollo predestete y, por lo tanto, el peso al destete mas liviano. La charolais mostró los pesos al nacimiento mas altos, pero el mejor desarrollo predestete, mientras que la Brangus fue intermedia a ambas razas.

CUADRO 2

CARACTERISTICAS PREDESTETE DE TRES RAZAS DE GANADO BOVINO

PRODUCTOR DE CARNE Y SUS CRUZAS EN EL NORTE DE MEXICO.

RAZASCRUZASNO.C A R A C T E R I S T I C A S
   PESO AL NACIMIEN-TOGANANCIA PREDESTE-TEPESO AL DESTETE
Hereford(H)26828.60.56148.6
Charolais(CH)72635.10.76200.0
Brangus(B)79830.40.72185.2
CRUZAS
MACHO X HEMBRA
H X CH430.70.80203.4
CH X H3930.20.65171.3
H X B2028.70.60158.8
B X H3029.60.61161.7
CH X B2431.00.76195.8
B X CH4332.50.68178.6
* = Número de observaciones por razas y cruzas.

** = Expresadas en Kg.

Por otro lado, si se considera el promedio de pesos al destete de las tres razas puras (178.0 kg), y de todas las cruzas (178.3), se puede observar que son muy similares entre ellos. Pero si hubo cruzas específicas donde se obtuvo un mejoramiento en el peso al destete; si se consideran los pesos al destete de las crías producidas por vacas Hereford cruzadas con toros Charolais o Brangus y toros Hereford con vacas Charolais o Brangus (Cuadro 2), se podrá observar que todos ellos superaron al peso promedio de la raza Hereford pura (148.6 kg), y solamente la cruza de toro Hereford con vacas Charolais, tendió a superar al de la raza Charolais puro (200.0 kg). Donde lo ocurrido fue por las diferencias tan grandes de talla entre ambas razas. Pero el comportamiento del peso al nacimiento de las crías de Hereford con Charolais o Brangus, indica que hay que tener cuidado con ello, pues todos superaron al promedio para esta característica de la raza Hereford (28.6), principalmente cuando se trate de cruzar hembras Hereford con toros de las otras dos razas en estudio o bien otras razas de talla grande.

Las características de desarrollo posdestete de importancia económica para el productor, principalmente para el engordador de ganado, generalmente se transmiten muy fácilmente de padres a hijos (altamente heredables 50-70%). Por lo que al productor vaca-cría le conviene mejorar dichas características para vender fácilmente y a mejor precio su cosecha anual a los engordadores de ganado. La utilización de buenos sementales, obtenidos de centros de prueba, puede mejorar fácilmente estas características en el hato, así como las de fertilidad y desarrollo predestete.

Por otra parte, la selección de la raza apropiada al ambiente o zona geongráfica donde se encuentre el rancho, evita muchos fracasos económicos y morales. No todas las razas de ganado se adaptan bien a cualquier ambiente. En una encuesta realizada por el CIPES en 1985, se encontró que en la zona serrana y la sur del Estado existen diferencias marcadas por preferencias de razas, tal como se presenta en el cuadro 3:

CUADRO 3

DISTRIBUCION DE RAZAS DE GANADO BOVINO EN LA ZONA SIERRA Y SUR DEL ESTADO*1/.

R A Z AZ O N A G E O G R A F I C A
 SIERRASUR
Cebuinas142
Charolais726
Pardo Suizo9
Cruza Indefinida285
Brangus0.55
Charbray24
Angus0.52
Hereford2/61
Otras3/7
T O T A L: 100.0100
1/ = Distribución expresada en porcentaje del total de ranchos encuestados.

2/ = Como raza pura o cruzada con otras razas.

3/ = Santa Gertrudis, Limousin, Simmental, Hereford, Chianina, Holstein y Beefalo.

La información de este cuadro muestra como el ambiente marca la pauta de que razas se tiene que preferir. Se nota también, que la zona sierra empezaba a buscar nuevas razas para salir de las de rutina que eran la Hereford y las cruzas indefinidas. En la zona Sur el mayor porcentaje correspondía a las razas Cebuínas, siguiendo por órden de importancia la Charolais. La raza Hereford y las cruzas indefinidas son mínimos en esta zona con respecto a la de la sierra.

COMENTARIOS:

La ganadería sonorense es bastante amplia y variada en razas de ganado bovino bajo pastoreo extensivo. Se estan introduciendo razas nuevas; pero como otras de las ya existentes, necesitan ser evaluadas en mas ambientes para poder hacer una buena recomendación.

Si no hay buena fertilidad en el hato, no pueden existir buenos ingresos económicos para el productor comercial ni para el ganado de registro. En el año de 1989, se obtuvieron aproximadamente 450,700 crías en Sonora, lo que representó el 62% de producción. Con mejores programas de manejo del rancho en general, bien se puede elevar dicho porcentaje a mas de 80%, lo que representaría mas de 581,500 crías; una diferencia de mas de 130,000 animales por año.

Con buen manejo del rancho y el desecho de vacas improductivas, la función del semental es una pieza CLAVE en el proceso del mejoramiento de características reproductivas en general, características de habilidad materna como sobrevivencia, pesos al nacimiento, desarrollo pre y pos-destete de las crías y longevidad en general. Por lo que siempre se le debe de procurar una buena alimentación y realizarle la prueba de fertilidad antes de iniciar el empadre. Se debe procurar que, al momento de adquirir alguno nuevo para el hato, éste presente una buena circunferencia escrotal; porque ello indica que sus hijas serán más jóvenes a la pubertad que las de toros de testículos chicos y es mas probable que produzcan semen en buena cantidad y calidad. También hay que procurar que sean animales que produzcan crías con bajos pesos al nacimiento y de buen desarrollo pre y pos-destete. Sin un buen semental en el rancho, no se puede esperar buena producción, ni mucho menos un buen progreso en el mejoramiento genético del hato.

Por ello el CIPES y el Gobierno del Estado, a través de sus programas de canje y venta de sementales, han contribuido desde hace algunos años, a la producción pecuaria en el Estado; habiéndose repartido a la fecha en este año 125 toretes criados en el CIPES y 1,115 de otros productores, a través de la Secretaría de Fomento Ganadero,

Si bien es cierto, dichas cantidades son buenas, pero en el Estado hacen falta aproximadamente 12,000 sementales cada año para reemplazar, bajo un buen programa, el 20% del total de ellos. Existe por lo tanto, un déficit aproximado de 10,760 sementales anualmente; lo que podría ser fuertemente combatido mediante mas impulso a la producción y comercialización de sementales por parte de los productores de razas puras en Sonora.

Todas las características de comportamiento productivo, de interés o no para el productor, varían mucho de una raza a otra; unas razas se adaptan mejor que otras a un determinado ambiente y, dentro de ello, algunas satisfacen mas que otras las preferencias del productor y/o del mercado. Por lo que es difícil, muchas veces, el decidirse por una raza determinada y que ésta cumpla con las necesidades del mercado y del propio productor.