CLAVE F80004

TÉCNICA PECUARIA EN MÉXICO, 1980.

COMPARACIÓN EN LA PRODUCCIÓN DE FORRAJE DE BALLICO ITALIANO

(Lolium multiflorum Lam) Y CEBADA FORRAJERA (Hordeum vulgare L.) SOLOS Y ASOCIADOS.

Genaro Lizárraga del C. 1

Amador Aguayo A. 1

Ricardo Garza T. 2

Francisco J. Peñuñuri M. 1

RESUMEN

El presente trabajo se desarrolló en el Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora, A.C. (CIPES), con objeto de conocer la respuesta en compatibilidad y producción forrajera del ballico (Lolium multiflorum Lam.) y la cebada (Hordeum vulgare L!) sembrados en forma asociada y solos. Se utilizó un diseño de bloques al azar con 5 tratamientos y 3 repeticiones. Los tratamientos fueron: ballico 100%; cebada 100%; ballico 85%-cebada 15%; ballico 70%-cebada 30%; y ballico 50%-cebada 50%. La densidad fue de 50 y 100 kg/ha, respectivamente, la densidad usada en las mezclas se calculó con esta base. En el primer corte el rendimiento de materia seca favoreció a la cebada 100%, la cual fue superior (P<0.05) al tratamiento ballico 50%-cebada 50% y significativamente superior P<0.01) a los tratamientos restantes. En el segundo corte no se encontró diferencia significativa (P<0.05) en producción de materia seca en ningún tratamiento, y del tercer corte en adelante, el ballico solo y las mezclas, superaron a la cebada 100%. En producción total de forraje seco no se encontró diferencia significativa (P<0.05) entre el ballico solo (20.35 ton/ha) y las mezclas, pero sí la hubo entre éstos y la cebada sola (14.54 ton/ha). La producción forrajera del ballico y las mezclas ,fue siempre mas uniforme y menos susceptible a las temperaturas relativamente altas de primavera, que la cebada.

1 Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora, INIP-SARH.

2 Depto. Forrajes, Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias. SARH.

INTRODUCCIÓN

Los ballicos (Lolium multiflorum Lam. y L. Perenne L!) son comúnmente empleados para heno y pastoreo en la mayoría de las regiones templadas del mundo y su uso se ha generalizado en lugares donde las temperaturas del invierno son relativamente moderadas (Heath, Metcalfe y Barnes, 1973; Hughes, Heath y Metcalfe, 1974). Los cereales en cambio proporcionan el grano para la alimentación humana y animal (Smith, 1972), sin embargo, tienen algunas características deseables que los hacen útiles como productores de forraje, ya que dan grandes rendimientos y son ricos en proteínas, vitaminas e hidratos de carbono digestibles (Hughes, Heath y Metcalfe, 1974).

Estudios realizados por Chapman y Webb (1969) y Waghray et al. (1969), mencionan que el ballico italiano es sembrado frecuentemente en mezcla con cereales para alargar el ciclo de pastoreo, ya que éstos presentan un rápido desarrollo en su etapa inicial de crecimiento, permitiendo un pastoreo mas temprano. Estos autores coinciden con lo informado por Oliver (1972), quien observó que el pastoreo en una mezcla de ballico-trigo se inició 50 días después de la siembra. Por otra parte, Lizárraga et al. (1976) informan que el primer corte en ballico se efectuó 82 días después de sembrado; asimismo, Aguayo, Lizárraga y Salcedo (1976) notifican que el pastoreo en ballico solo se inició 75 días después de la siembra y se logró una duración del mismo de 146 días. En relación a los cereales, Williams y Edgar (1959) encontraron que la duración del período de pastoreo en avena (Avena fatua var. Sativa Haussk), centeno (Secale cereale L.) y trigo (Triticum aestivum L.) fue de 150, 135 y 130 días respectivamente; sin embargo el pastoreo continuó hasta 170 días cuando estos cereales fueron sembrados en combinación con ballico. Sobre el mismo tema, Anthony et al. (1971), citados por Lowry (1974), informan que el ballico sembrado en mezcla con centeno alcanza cerca de 200 días de pastoreo continuo.

Por lo que respecta a densidad de siembra, Chapman y Webb (1969) recomiendan para ballico de 22.4 a 33.6 kg de semilla por hectárea y cuando es sembrado en mezcla con cereales, la cantidad se reduce hasta el 50%. Le Grand (1971) comunica que deberá usarse arriba de 80 kg de semilla por hectárea si se pretende utilizar la cebada bajo pastoreo.

El objetivo del estudio fue evaluar la densidad de siembra mas adecuada de mezclas de ballico-cebada mediante su producción forrajera, utilizando para este propósito diferentes proporciones de ambas especies y explorar la posibilidad de con estas mezclas incrementar el ciclo de producción de la pradera.

MATERIAL Y MÉTODOS

El presente estudio se realizó en el Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora, A.C. (CIPES). El experimento se condujo en un suelo de textura migajón arenoso de baja fertilidad. En la preparación del terreno se llevaron a cabo las siguientes labores: subsuelo, barbecho, rastreo y tabloneo. La siembra se realizó sobre terreno seco, al voleo y se tapó la semilla con una rastra de ramas.

Se utilizó un área total de 900 m2, la cual se dividió en 15 parcelas de 60 m2 cada una (12 x 5 m). El diseño experimental empleado fue de bloques al azar con cinco tratamientos y tres repeticiones. Los tratamientos fueron los siguientes: ballico 100% (b100), cebada 100% (c100), ballico 85%-cebada 15% (b85-c15)m ballico 70%-cebada 30% (b70-c30) y ballico 50%-cebada 50% (b50-c50). La densidad de siembra para ballico, cebada y mezclas se observa en el Cuadro 1.

CUADRO 1

CANTIDAD DE SEMILLA UTILIZADA POR HECTAREA PARA BALLICO, CEBADA Y MEZCLAS.

TRATAMIENTOSDENSIDAD DE SIEMBRA (kg/ha)

 BALLICOCEBADA
b10050.0-0-
c1000-0100.0
b85-c1542.515.0
b70-c3035.030.0
b50-c5025.050.0
 

La fertilización en presiembra fue de 100 kg de nitrógeno y 100 kg de P2O5 y después de cada corte se aplicaron 50 kg de nitrógeno, totalizando 400 kg de N por hectárea en cada tratamiento. El primer corte se efectuó 50 días después de la siembra y hubo un total de 7 cortes con intervalos de 29 días cada uno. La lámina total de agua aplicada por tratamiento fue de 1.59 m y el intervalo en riegos varió de 12 a 14 días. Se aplicaron un total de 16 riegos y las láminas fluctuaron entre 8 y 10 cm. Para determinar la producción de forraje seco por hectárea, se hicieron en cada parcela tres muestreos completamente al azar de 1 m2 cada uno, a una altura de corte de 4 a 6 cm sobre el nivel del suelo. Para la determinación de materia seca (M.S.) se tomaron alícuotas de cada muestreo y se secaron en estufa de aire forzado a 50C durante 48 horas. Los análisis de proteína cruda (P.C.) se efectuaron por el método de Kjeldahl (A.O.A.C., 1970). Se hicieron análisis de varianza total y por períodos para producción de forraje seco y contenido de proteína cruda y las diferencias entre tratamientos se evaluaron por medio de la prueba de Duncan.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En la gráfica 1 se aprecian los cambios en la producción forrajera en cada uno de los tratamientos y la temperatura media mensual durante el transcurso del experimento. Se observa que en el primer corte los tratamientos conteniendo el mayor porcentaje de ballico (b100, b85-c15 y b70-c30) produjeron los más bajos rendimientos, promediando 1.31, 1.29 y 1.38 ton de forraje seco por hectárea, respectivamente, mientras que del segundo corte en adelante las fluctuaciones en la producción fueron más estrechas, promediando por corte 3.17, 3.16 y 3.07 ton M.S./ha respectivamente. El tratamiento b50-c50 se comportó mas estable durante el total de cortes efectuados y promedió 2.96 ton M.S./ha y por corte; la cebada en cambio produjo satisfactoriamente en los dos primeros cortes (3.18 y 3.22 ton M.S./ha) y bajó considerablemente su producción a partir del tercero (1.63 ton M.S./ha por corte).

Se desarrollaron análisis de regresión múltiple relacionando los períodos de corte (efectuados cada 4 semanas) y la temperatura media por período con el rendimiento de M.S./ha de la cebada y el ballico. Las ecuaciones para predecir el rendimiento de M.S./ha fueron: Y = 6.9 – 0.1297 X1 – 0.1955 X2; r = 0.852** y Y = 3.73 + 0.088 X1 – 0.112 X2; r = 0.779** (P<0.01) para cebada y ballico, respectivamente (X1 períodos de corte cada 4 semanas y X2 temperatura media por período). La primera ecuación indica que al avanzar el ciclo productivo y aumentar la temperatura ambiental la producción de forraje seco en la cebada disminuye significativamente, mientras que la segunda representa un aumento en el rendimiento de M.S./ha al avanzar el ciclo y aumentar la temperatura, llegando el ballico a su óptimo de producción (3.37 ton de M.S./ha) en el quinto corte (semana 16) con 15.8C, para después descender ligeramente en los dos últimos cortes. De aquí se deduce que el avance en el ciclo de producción y el incremento en la temperatura al inicio de la primavera afectan mas drásticamente a la cebada que al ballico y las mezclas, en las cuales el forraje aportado por la cebada del cuarto corte en adelante fue casi nulo debido también en parte a la competencia presentada por el ballico. Estos resultados son similares a lo informado por Aguayo y Salcedo (1973), quienes observaron que la producción forrajera de la cebada declina a medida que aumenta la temperatura ambiental y que además tiene una mayor susceptibilidad al daño por pisoteo que el ballico.

Los resultados de producción de M.S./ha por períodos y total se aprecian en el Cuadro 2. En el primer corte el tratamiento c100 con 3.18 ton M.S./ha, resultó ser estadísticamente superior (P<0.01) a la producción obtenida por el b100, b85-c15 y b70-c30 y significativo (P<0.05) para la mezcla 50-50, la cual produjo 2.51 ton M.S./ha. En este corte se detecta el efecto positivo que tiene la inclusión de la cebada en el tratamiento b50-c50, ya que prácticamente se duplicó la producción en relación con b100, el cual produjo 1.31 ton M.S./ha. Estos resultados concuerdan con los obtenidos por Waghray et al. (1969), donde se indica que el centeno y la cebada desarrollan más rápidamente al inicio de su crecimiento y superan a otras especies cuando son sembradas en mezcla.

CUADRO 2

COMPARACION EN PRODUCCION DE FORRAJE DE BALLICO, CEBADA Y MEZCLAS EN

7 PERIODOS DE CORTE.

 PRODUCCION DE FORRAJE SECO (ton/ha)
 1234
Ballico1.31c3.41a2.94ab3.43ab
Cebada3.18a13.22a1.19c2.12c
Ballico 85-Cebada 15a.29c3.49a3.07a14.06a1
Ballico 70-Cebada 301.38c3.44a2.51ab3.55ab
Ballico 50-Cebada 502.51b13.68a2.25b12.93b1
C.V.16.0226.0616.0813.23
Sx0.1790.5190.230.246
 PRODUCCION DE FORRAJE SECO (ton/ha)
 567TOTAL
Ballico2.60a3.50ab3.16a120.35a1
Cebada1.02b11.82c1.99b114.54b1
Ballico 85-Cebada 152.45a12.66b1c3.22a120.24a1
Ballico 70-Cebada 302.65a2.92ab12.92ab119.84a1
Ballico 50-Cebada 502.20a13.72a13.40a120.69a
C.V.24.216.520.211.1
Sx0.3050.2780.3551.223
Cifras con distinta literal indican diferencias altamente significativas (P<0.01). Cifras con distinta literal y número son significativas al (P<0.05).

En el segundo corte no se encontró diferencia significativa (P<0.05) en producción de forraje seco para el ballico,, la cebada y las mezclas y del tercer corte en adelante el ballico y las mezclas superaron a la cebada promediando el ballico 3.13, las mezclas 3.00 y la cebada 1.63 ton M.S./ha por corte.

Al analizar el rendimiento total de forraje seco/ha no se encontró diferencia estadística significativa (P<0.05) cuando se compararon el ballico y las mezclas de ballico-cebada, siendo las producciones: 20.69, 20.35, 20.24 y 19.84 ton de forraje seco/ha para los tratamientos b50-c50, b100, b85c15 y b70-c30, respectivamente. Se encontró diferencia altamente significativa (P<0.01) entre la mezcla 50-50 y solamente significativa (P<0.05) con las demás tratamientos, produciendo la cebada 14.54 ton M.S./ha. El incremento en la producción para b50-c50, b100, b85-c15 y b70-c30 con respecto a c100 fue de 42.3, 40.0, 39.2 y 36.4% respectivamente.

Los porcentajes de proteína cruda en el forraje se aprecian en el Cuadro 3. Como puede observarse no se encontró diferencia significativa (P<0.05) entre tratamientos para cada uno de los cortes efectuados, promediando en general 17.4, 16.7, 17.0, 17.2 y 17.7% de P.C. para b100, c100, b85-c15, b70-c30 y b50-c50 respectivamente; sin embargo, al analizar este nutriente entre cortes involucrados en todos los tratamientos, el primer período con 27.2% fue superior (P<0.01) a los restantes.

En la Gráfica 2 se muestra la relación funcional entre contenido de proteína y tiempo. Se involucraron todos los tratamientos debido a que no fueron significativos y la línea de mejor ajuste presentó el modelo Y=26.78 – 0.796 X, que indica que para el 1er. corte se obtiene 26.78% de proteína cruda y de aquí en adelante se puede predecir el contenido de P.C. hasta las 24 semanas de aprovechamiento. El coeficiente de correlación negativo y altamente significativo indica que dentro del ciclo de producción de los tratamientos estudiados, el contenido de proteína disminuye linealmente al avanzar los períodos de corte del ballico, la cebada y las mezclas. Esta misma tendencia ha sido informada por Willard y Shuster (1973) y Wallace, Free y Denham (1972), quienes indican que la proteína cruda decrece al avanzar la madurez y/o temporada de crecimiento de los zacates.

De los resultados obtenidos se puede concluir:

La mayor velocidad de crecimiento inicial de la cebada permite una producción de forraje más precoz o temprana si se compara con ballico; sin embargo, su producción declina en mayor proporción a medida que avanza la temporada de crecimiento y aumenta la temperatura ambiental.

El ballico anual es capaz de crecer mejor con temperaturas relativamente altas, por lo que se prolonga su utilización durante la primavera. Al utilizar la mezcla b50-c50, se acortan los días al primer corte, incrementando en esta forma el ciclo productivo de la pradera. De acuerdo al número de cortes efectuados, la utilización de mezclas de ballico-cebada ofrece la posibilidad de alcanzar cerca de 200 días de pastoreo en el ciclo invernal.

Al utilizar una mezcla de ballico y cebada en una pradera bajo riego, es recomendable sembrar desde finales de septiembre hasta mediados de octubre, para poder realizar el primer pastoreo en la segunda quincena de noviembre o a principios de diciembre. Con esta práctica se asegura un incremento en el ciclo productivo de la pradera, el cual no se manifiesta si la siembra es tardía.

CUADRO 3

CONTENIDO DE PROTEÍNA CRUDA EN EL FORRAJE DE BALLICO, CEBADA Y MEZCLAS

EN SIETE PERÍODOS DE CORTE.

 1234
Ballico26.625.219.618.3
Cebada27.322.520.019.6
Ballico 85-Cebada 1527.021.418.719.1
Ballico 70-Cebada 3028.521.216.621.7
Ballico 50-Cebada 5026.425.4119.021.0
X27.2a23.1b18.8c19.9c
 567X
Ballico10.212.09.817.4ns
Cebada10.810.66.217.6ns
Ballico 85-Cebada 1515.27.610.217.0ns
Ballico 70-Cebada 3014.59.78.117.2ns
Ballico 50-Cebada 5016.110.45.717.7ns
X13.4d10.1e8.0e 
C.V. = 11.0% Sx=1.093    
ns = No significativo

Letras distintas indican diferencia (<0.01).

SUMMARY

The response in compatibility and forage production of annual ryegrass and barley seeded in association or alone was studied at the Animal Research Center of Carbó, Sonora, México. A compete randomized block design with 5 treatments and 3 replications was used. The treatments were: ryegrass 100% barley 100% ryegrass 85%-barley 15%, ryegrass 70%-barley 30% and ryegrass 50%-carley 50%. The seeding rate for ryegrass and barley was 50 and 100 kg/ha respectively, and the seeding rate used for the association was calculated on this basis. The yield on the first cut favored barley 100% which was statistically superior (P<0.05) to ryegrass 50%-barley 50% and highly significant (P<0.01) to the other treatments. No significant differences were detected on the second cut for dry matter production and from the third cut on both ryegrass alone and mixtures were superior to barley alone. Total dry matter production was not different between ryegrass alone and mixtures, however statistical differences (P<0.05) were found when comparing all treatments with barley alone. Crude protein content of ryegrass, barley and mixtures disminished from 27.5% in the first cut to 8% in the last one. Ryegrass alone and mixtures presented a more uniform dry matter production and were less susceptible to the relative high spring temperatures than barley.

LITERATURA CITADA

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Aguayo, A.A., G. Lizárraga y E. Salcedo, 1976, Comparación de pastoreo de ballico italiano vs. ballico-alfalfa y la suplementación de ensilaje vs. melaza en praderas bajo riego en Carbó, Sonora. Téc. Pec. Méx., 31: 21-26.

A.O.A.C., 1970, Official Methods of Analysis, Association of Official Analytical Chemists, Washington, D.C.

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